“los poderosos no caen por los errores que cometen sino por la forma en que los manejan.”
Robert Greene (Los Ángeles Ca. 1959- ) Autor del Libro Poder, las 48 leyes.

EXTROVERTIDOS VS INTROVERTIDOS (1) ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

Vivimos una época fascinante, sin duda, donde nos vemos inclinados frecuentemente a etiquetarnos y/o etiquetar a los demás por cómo nos comportamos allí donde vivimos o trabajamos, las más veces juzgándonos reductivamente a dos categorías: extrovertidos o introvertidos, si es que nos gusta conversar o si somos callados, respectivamente. ¿No?
Lo interesante de identificar estos dos arquetipos, reside en mi opinión, más en cómo nos pueden ayudar o impedir construir y mejorar nuestra arquitectura personal y la de quienes entramos en contacto.
Una manera, superando nuestras singulares emociones y gustos que a veces provocan emitamos juicios sobre los demás en automático, será si acudimos serenamente a la ciencia de los negocios, como así lo confirma la recién documentada investigación de tres profesores de prestigiadas escuelas de negocios de los Estados Unidos y que en diciembre del 2010 dio a conocer la Universidad de Wharton de ese país y hoy, deseo compartirle.
Liderados por Adam Grant, profesor de gestión de esta universidad, la investigación arroja interesantísimos datos sobre el impacto de estas dos maneras de ser de quienes dirigen las organizaciones; como por ejemplo, en la productividad de 57 tiendas de una empresa de pizzas con entrega a domicilio en todos los EEUU, combinado con el comportamiento de los empleados, cuando estos son introvertidos o extrovertidos, respectivamente. Así, según estos investigadores, queda manifiesta la influencia positiva del estilo extrovertido cuando los trabajadores no fueron proactivos. Allí el líder los dirigió atinadamente e incrementaron los beneficios de las tiendas.
Sin embargo, esta misma investigación confirma, lo que usted y yo posiblemente experimentamos -¿y sufrimos?, quizá: a los líderes extrovertidos también les gusta ser el centro de atención, por lo que generalmente se sienten amenazados por trabajadores proactivos. Lo cual, de hecho, en opinión de estos profesores, se convierte en un serio obstáculo para el avance y crecimiento de las organizaciones. ¿Entonces, qué conviene?
En las próximas CONTRACULTURAS, lo sabrá.
¡Le invito a leerlas!