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ARRIBA EL ÁNIMO.©

ARRIBA EL ÁNIMO. ©

Por Nacho Navarro.
innvalle@hotmail.com

No sé si le pasa, pero con frecuencia por mi trabajo, recibo y escucho comentarios de desanimo, de pesimismo, -¡vamos!- al grado que me impactan e influyen y al ratito también ya estoy desanimado, pesimista. Muchas veces con razón, por los datos duros: qué si la crisis de Europa nos va a llegar a México; qué si en verdad estamos preparados para salir de esta crisis mundial; qué si las elecciones del 2012; qué si el 21 de diciembre de ese año; qué si el mundial de fútbol; qué si vamos a tener trabajo; qué si vamos a seguir con nuestro(s) negocio(s); qué si esto y lo otro y así, un largo etcétera. ¿Le suena?
Evidentemente negar las cosas, -¡claro!- que NO ayuda para nada. Es más, percibo genera más presión, que tarde o temprano provoca estallidos de tristeza y decepción, dejándonos a usted y a mí, peor que antes. ¿No?
Pero también creer que NO habrá más problemas en nuestras vidas, solo por el hecho de pensar y desear cosas positivas, me parece una temeridad y -por supuesto- una incompleta propuesta. Distrayéndonos con ello, me parece, de lo que nos conviene a usted y a mí, realmente. Agarrar el toro por los cuernos, como decimos en México. Esto es, poner en acción todos nuestros recursos personales.
Y para hacerlo con asertividad y sacarles el mayor provecho, allí donde estemos, manteniéndonos con el ánimo arriba, conviene meditemos tranquilamente y vivamos con frecuencia lo que escribió pero, sobre todo, vivió a lo largo de su vida este mexicano excepcionalmente exitoso, digno de imitar, observo. Rodolfo Guzmán Huerta (1917-1984), mejor conocido como El Santo, el luchador enmascarado más famoso: “…he sentido el supremo deleite del recuerdo de los días en que batallé tanto, ahora pareciéndome dulces aquellas amargas derrotas que mucho me entristecían y los triunfos hacen palpitar mi corazón, lentamente, ¡porque llegaba a la meta! Sin embargo, la vida no tiene una sola meta. Son varias. Y cada vez que se llega a una, es el principio de otra.”
¡Genial! ¿Se anima?

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