“Cuando la oportunidad llega, ya es muy tarde para prepararse.”
John Wooden (1910- ). Norteamericano. Considerado el mejor entrenador de basquetbol de todos los tiempos.

ESPERADERA. ©

Por Nacho Navarro.
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Con frecuencia pensamos: cuándo tenga esto o aquello; cuándo me busque fulanito o zutanito; me hagan determinado ofrecimiento; reciba “x” invitación para no sé qué tanta cosas; cambie el clima, el gobierno, etc., etc., entonces, empezaré a prepararme. ¿No?
Ejemplos de esta cultura (costumbre) que llamo de la ESPERADERA, son las repetidas y casi nunca puestas en práctica promesas para: bajar de peso, iniciar la práctica de ejercicio, tomar “x” clase, leer un buen libro, dejar la TV basura, iniciar un negocio, aumentar los ingresos, reducir los gastos, etc.
Entre otras razones, observo, por lo que el entrenador Wooden sentencia: no nos preparamos con oportunidad. De aquí que nos convenga percibo, incorporar a nuestras costumbres (culturas) cotidianas, allí donde estemos, lo benéfico de vivir preparándonos para la actividad de pareja, esposo(a), padre, hijo(a), hermano(a), vecino(a), empresario(a), directivo(a), empleado(a), profesor(a), etc.
Esto no garantiza, que en el primer intento o siempre, todo nos salga bien -¡para nada!- sino que al igual que en los deportes; enfocados, repitiendo una y otra vez, a veces lo logremos, otras no.
Desde el kinder hasta el grado más elevado que usted y yo tengamos, a base de repetir y examinar, por ejemplo, hemos venido preparándonos para alguna actividad. Algunos quizá, repitiendo exámenes lograron mejorarse. ¡Seguro!
Igual los padres, nos entrenamos y/o preparamos –quizá sin conciencia de ello- como buenas parejas y amigos, repitiendo y repitiendo acciones que nos mejoren, abandonando aquellas que no; esto a veces, lo más difícil.
También en el trabajo, profesión, escuela y demás organizaciones, los dueños, junto con los directivos y/o empleados, conviene -concientemente concientes- estemos practicando diariamente para mejorar, comenzando por nuestro cerebro, donde -por cierto- se producen los mejores o peores pensamientos, simultáneamente que adquirimos con esfuerzo valioso y actualizados conocimientos, habilidades en lo que hacemos, al repetir y repetir aquellas acciones que descubrimos -ayudados por buenos mentores, entrenadores, consejeros, asesores, maestros, parejas, colegas o amigos- nos mejoran.
¿Nos atrevemos?