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INNOVACIÓN CONFORTABLE ©

Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com

En estos tiempos, coincidirá, en que la innovación se nos presenta como el mantra a repetir, he investigado y hablado de ello en varios sitios de empresa, academia y ONGs.
Aunque junto con hablar de innovación, es confortable también observar que se lleva a cabo, me parece; porque de lo contrario, se vuelve una moda pasajera más, que usted y yo estaremos sí incorporando en nuestras conversaciones, currículos, carteles y pendones en entradas y salas de espera, publicidad o páginas web para “apantallar”, como decimos. Nada más.
De aquí que nos invite a usted y a mí, a descubrir lo interesante que resulta incorporar la innovación a nuestra arquitectura personal y de aquí a la cultura organizacional, allí donde estemos. Incluyendo por supuesto a una organización que da sustento o, por lo menos influye poderosamente, estará de acuerdo, a las demás: el hogar-familia.
Ya lo dice ese famoso dicho popular: “como es la familia, es la sociedad”. Aunque a usted y a mí quizá, ya no nos guste oírlo o, peor, ignoremos de plano. Pero no deseo detenerme en ello, sino compartirle lo siguiente:
La OCDE, organismo internacional de cooperación y de desarrollo económico, de la cual México es miembro, refiere a la innovación como “la transformación de una idea en un producto nuevo o mejorado, el cual es introducido en el mercado o en un proceso nuevo de fabricación (2010)”. Aunque suena muy material, y lo es, implica de inició observo lo más interesante y generador de todo: a la idea, a la mente y el pensamiento.
Así, para el inteligentísimo profesor de Harvard durante 28 años, Joseph Alois Schumpeter (1883-1950), quien fuera ministro de finanzas de Austria e inventor del concepto: destrucción creativa, la innovación representaba el corazón del progreso económico (1934). Y para estar en posibilidades de generar innovación, Schumpeter advertía cinco posibles procesos, dentro de los cuales destacaba el “Cambio estructural o de gestión en cualquier organización”.
Por lo que resulta imitable y en esta línea, el interesante proceso de innovación en el confort y relax para sus colaboradores, durante sus jornadas de trabajo, que vienen implementando organizaciones exitosas, a la que se le ha denominado “estilo Google”, y que consiste en abrir espacios dentro de la empresa, para que los empleados realicen actividades lúdicas, que los relajen, distraigan y permitan des estresarse, no en los fines de semana o vacaciones, sino en la misma jornada de trabajo. Aunque quizá para nuestra cultura latino, pueda sonar loco y tonto -por el gasto que se incurre- esta innovación está literalmente cambiándoles la vida, para bien, a quienes laboran en estas organizaciones, aunque para ello haya que destinar; por ejemplo más del 10% de las ganancias de una empresa en Utha líder en control de plagas, para comida, eventos y beneficios cada año para sus trabajadores, identificando el beneficio de este costo en el incremento hasta en un 70% de sus ventas en su primer año en los empleados provenientes de sus competidores y que el 96% de estos se queden al menos un año.
O que una nueva oficina en Denver de una prestigiada corredora de seguros, haya sido diseñada para atraer jóvenes colaboradores con la premisa y expectativa de que el trabajo fuera “una extensión de su vida universitaria”, poniéndoles sillas en la terraza, asador y cervezas bien frías, alentándoles a quedarse más tiempo en la oficina e ir los fines de semana. Y esta confortable innovación, ya le reportó a la empresa un interesante ahorro, al no contratar reclutadores externos (cfr. The Wall Street Journal 18 de agosto 2015).
¿Se imagina provocando ideas innovadoras, confortables, poniéndolas en práctica allí donde vivamos, estudiemos y/o trabajemos, en lugar de pensar basura, pura quejadera, envidia o negatividad?
¡Le reto!

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