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DISCRECIÓN BAMBÚ ©

Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com
Frecuentemente en el éxito, o lo contrario ante dificultades, con una espontánea rapidez nos inclinamos a compartirlo en el mejor de los casos, o a presumirlo que es peor; no se diga ante cualquier contrariedad, igual nos recargarnos en una interminable quejadera, como si con esto se pudieran resolver, logrando percibo entre otras cosas, aburrir a quien indilgamos esta negativa actitud, hoy, también vía internet y/o redes sociales coincidirá, influidos observo, por esa negativa cultura de: “ver moros con tranchete”, o sea enemigos por todos lados, como decimos aquí. Pero no deseo detenerme en ello, sino compartirle lo siguiente:
Este 20 de septiembre el serio programa de investigación Informe Semanal de la televisión pública española (TVE), incluyó un reportaje sobre la vida y trayectoria del empresario y directivo español Isidoro Álvarez Álvarez fallecido a los 79 años apenas el pasado 14 de septiembre(https://twitter.com/informesemanal?original_referer=http%3A%2F%2Fwww.rtve.es%2Fnoticias%2Finformesemanal%2F&profile_id=75623366&tw_i=513453158459133952&tw_p=embeddedtimeline&tw_w=510389091054006272), del cual se destacaron una serie de cualidades personales avaladas, por cierto, por expertos en el campo de la empresa, escuelas de negocios y desarrollo humano, que le llevaron, según este reportaje, primero a una larga y discreta carrera sirviendo a su tío empresario y, después a ser su sucesor, ocupando durante 25 años la dirección general de la empresa privada que más empleo genera (93,000) en ese país, convertida desde hace tiempo en el icono español del negocio de las tiendas departamentales europeas, mismas cualidades que por espacio destaco la que me parece interesante a imitar por usted y por mí, allí donde estemos: discreción. Vea:
Isidoro Álvarez no obstante ser el directivo de una de las empresas que más publicidad paga a los medios españoles, actuó siempre de manera discreta y sin llamar o comprar para él los reflectores del glamour y fama a que tan acostumbrados los ricachones de todos lados hacen, incluidos los nuestros, por desgracia.
Si bien atendió el saludo cortés a los soberanos españoles, cuando y como manda el protocolo de allá, lo hizo igualmente discreto, pasando desapercibido al no demandar de la familia real a su saludo, más tiempo que el de los demás, como consta en las imágenes proyectadas por TVE.
Vivió la cultura de presentarse frecuentemente en sus tiendas para comprobar in situ el funcionamiento de su negocio, caminando sin ninguna parafernalia (cámaras, paparazis o propaganda contratada para luego sacarle en medios de negocios “reportajes”), como luego acostumbran y saturan algunos “exitosos”.
El auto en que se trasladaba no fue una limosina o algo que se le parezca, tampoco se hacía acompañar de estrambóticas y llamativas escoltas. Discreción y pasar desapercibido fue su máxima.
Quienes laboran en esa empresa lo hacen, según expertos españoles, con los últimos adelantos tecnológicos para ese tipo de negocios, lo mismo que con prestaciones y remuneraciones por encima del promedio de ese país.
Testigos que lo conocieron, dan cuenta de la apertura de Isidoro a recibir consejo de otras personas, a dialogar, sin hacerles sentir su importancia o fortuna.
Siempre se opuso a la destrucción de empleos, a bajarles el nivel de vida a sus trabajadores o el servicio y satisfacción a sus clientes, lo que muchas veces le criticaron, entre otras consecuencias, por la bajada en las utilidades y el elevado apalancamiento de su negocio, hasta la fecha.
Así su interesante legado, por lo que otra manera de entender y describir la arquitectura humana de Isidoro Álvarez observo, puede ser aplicándole la analogía de lo que se dice es el desarrollo del árbol de bambú, del cual cuando aún es semilla tarda hasta siete años en germinar dentro de la tierra, esto es, sin sobresalir, ni que se perciba -a la luz del sol- que vive y crece. Pero una vez en la superficie es el árbol de más rápido crecimiento, llegando a hacerlo hasta un metro por día y dada su constitución, se vuelve muy resistente a las adversidades climáticas y útil para flora, fauna y medio ambiente, lo mismo que para los seres humanos, no sólo con su sombra y útil madera; por ejemplo, en Japón, lo hierven estando tierno y lo incluyen como alimento saludable.
¿Se imagina si usted y yo con logros, avances, éxitos y problemas, imitamos la valiosísima discreción, que no secretismo, de este hombre y del bambú, respectivamente?
¡Los saludables ecosistemas (familia, amigos, negocios, trabajo, barrio, colonia, pueblo, ciudad, gobierno, país) que podemos aportar!
Le reto.

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