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En una interesantísima entrevista a Álvaro Uribe (60) presidente de Colombia (2002-2010), a la televisión pública argentina en 2009, y que el pasado enero se trasmitió en nuestro país en el canal 22, el hoy ex presidente, expuso sus puntos de vista sobre varios temas y casi al final de la conversación, su categórico diagnostico y recomendación, con un énfasis, observé, urgente a todos, porque según Uribe, lo más necesario en cualquier parte, es tener líderes, pero es a la vez, según él, lo más escaso en el mundo, apoyándose en este ejemplo: un país puede tener petróleo y demás recursos naturales, pero si no tiene lideres, ese país tendrá muchos problemas. En cambio, puede un país no tener petróleo o abundantes recursos naturales, pero si tiene líderes, saldrá adelante. De aquí su invitación a invertir en formar lideres y apoyarlos en cualquier ámbito de la vida.
Y poner en acción este llamado de Uribe, sin duda conviene a todos, sobre todo si pensamos viene de un hombre que ya probó su liderazgo en su país, sometido, por cierto, a corrupción política y del narcotráfico, inseguridad y violencia como ningún otro en América, y que a pesar de su accidentada orografía, Colombia es hoy una nación más segura, con la mayor reducción en los índices de violencia de sus últimos 27 años (928 casos menos, cf. www.lapatriaenlinea.com ), con estabilidad y crecimiento para este 2013, incluso, superior a la de sus vecinos (incluyendo Venezuela, con abundancia petrolera), según el sitio especializado www.portafolio.co
De aquí que lo invite revisemos tranquilamente, cómo andamos usted y yo primeramente, y después, quienes estén cercanos en nuestro hogar, negocio, trabajo, escuela, amistades, barrio, colonia y ciudad en esta materia.
Para ello le comparto algo de lo más sensato y a la mano me parece, que puede sernos útil para saber qué tan bien, regular o mal andamos cómo lideres y de líderes y que el inolvidable experto austriaco-estadounidense Peter F. Drucker (1909-2005) llamado también, el padre de la gerencia moderna, sugería para identificar a un líder (usted y yo, incluidos) verdaderamente eficaz y digno de ser seguido y apoyado, por encima -¡ojo!- importantísimo del carisma, brillo, del ser generosos o tacaños, visionarios u orientados a los números. Aquí las ocho características de un eficaz líder, según Drucker:
1.- Preguntan ¿Qué hay que hacer (porque reconocen que no se las saben todas, percibo)?; junto con 2.- ¿Qué le conviene a la empresa u organización (aquí sugiero; por ejemplo, agréguenos familia, barrio, colonia y grupo de amistades)?; 3.- Desarrollan planes de acción (también traducido, en mi opinión, cómo pensar antes de actuar); 4.- Asumen la responsabilidad de sus acciones (porque usted y yo estamos hartos de la cultura de echarle la culpa a otro); así como5.- La responsabilidad de comunicar (observando, me parece, el tono de decirlo y el lenguaje corporal); 6.- Se centran en las oportunidades en vez de los problemas (desplazan convenientemente de su mente y conversación, la negatividad, percibo); 7.- Conducen reuniones productivas (porque controlan el venenoso chismorreo, añado) y 8.-Piensan y dicen nosotros, en vez de “yo” (hasta las y los monjes más solitarios del desierto, viven en comunidad).
¿Cuántas cree aprobaríamos?
¡Atrévase! Le reto.