Tu navegador (Internet Explorer 7 o anterior) está obsoleto. Tiene fallas de seguridad y no puede mostrar todas las características de este y otros sitios web. Aprende a actualizar su navegador.

X

Navegar / buscar

EQUIPOS EFICACES ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com @NachoNavarro8

Uno de los más interesantes desafíos, percibió, a que constantemente nos vemos retados en nuestra vida diaria, cualquiera que sea nuestra posición o rol social en el hogar, negocio, trabajo, escuela, club, barrio, colonia, etcétera; estará de acuerdo, es este: cómo hacer para que nuestra interrelación cotidiana sea lo más conveniente para todos.
Bibliografía, recetas y cursos serios y superficiales para lograrlo, abundan, como nunca. ¿Funcionan eficazmente? Cada quien tendrá su opinión, respetable por supuesto, no me detendré en ello. En lo que sí coincidirá conmigo es que hablar, escribir, recomendar, intentar entrenarnos, en serio, hasta lograr equipos eficaces, entre nosotros y en todas las culturas del mundo, es, como nunca, importantísimo.
¿Qué hace que no los tengamos, todo lo que queremos?, le contesto con algo que ya Cicerón (106 a. C. – 43 a. C.) señalaba como uno de los seis errores que cometemos los seres humanos, y aún hoy, seguimos repitiendo: “Intentar obligar a los demás a creer y vivir como nosotros.”
Y la manera más común en cómo lo repetimos, observo, es lo que el experto en dirección organizacional Peter F. Drucker (1909-2005) destaca en su magnífico y recomendable libro El ejecutivo eficaz; porque estamos, remarcando las debilidades de los demás en lugar de aprovechar sus fortalezas. Drucker apunta, allí mismo, que si de verdad queremos salir de esta negativa cultura, son las organizaciones (el mejor ejemplo) el instrumento por excelencia específico para el desarrollo de las fuerzas humanas, a la vez de neutralizador de las debilidades. Las suyas y las mías, incluidas.
Aunque conviene admitir que habrá personas, advierte Drucker, sumamente capaces y vigorosas que no desean ni necesitan los equipos, porque trabajan mucho mejor solas. También, añado, abundan las y los negativos saboteadores de todo lo que otros estén proactivamente haciendo o sugiriendo. Las más, por envidia. ¡Allá, ellos!
Pero el resto, o sea, la mayoría no poseemos la fuerza de obrar por sí mismos y de ser efectivos y nos conviene concurrir con las oportunas fortalezas de los demás.
Una manera de lograrlo creo, es aplicando el interesante aprendizaje, allí donde estemos, que un admirado amigo y exitoso inversor captó, observando diferentes razas de pajaritos en un hermoso paraje de Michoacán; aquí, se lo comparto: volaban todos juntos y ninguno de ellos les decía a los demás pajaritos, ¡eh!, mírame, tienes que ser como yo, cardenal, gorrión, colibrí, etc. Todos armaban un equipo de aves, magnifico, siendo tal cual, ellos, sólo siguiendo el plan de quien las puso, allí.” ¡Qué le parece!
¿Lo ponemos en práctica?

Dejar un comentario