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ENTRENANDONOS A PENSAR BIEN©

ENTRENANDONOS A PENSAR BIEN©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com @nachonavarro8

Influidos por asociar entrenarnos sólo a practicar un deporte; adquirir alguna destreza laboral y/o profesional o habilidad en algún hobby, quizá le suene rara esta invitación.
Aunque estará de acuerdo que pocas veces seriamente, por no decir, nunca, recibimos invitación a entrenarnos a pensar. No deseo detenerme en las razones de esta cultura, más bien compartirle, lo siguiente:
Porque para seguir con nuestros pensamientos actuales, que los manifestamos usted y yo a diestra y siniestra, por todas partes y medios, cargados muchas veces de rencor, otras de envidia, pesimismo, crítica destructiva, negatividad, descalificación y desprecio hacia el otro o la otra y lo peor, hacia nosotros mismos, no necesitamos entrenarnos, nos salen sin esfuerzo.
Y por favor, no piense que le invito a que veamos ahora todo color de rosa, con actitudes bobaliconas con cara de tonto, a que nos hagamos de la vista gorda, como decimos aquí e ignoremos lo que nos conviene para estar mejor. Para nada.
Sino que, coincidirá, que seguir así y no intentar nada, una cosa ocurre, seguro: quedamos igualitos, por más bien informados que presumamos estar. Sí, pero las más veces pesimistas y tristes, aunque lo neguemos, para no variar.
Por lo que como nunca creo nos conviene PENSAR BIEN, sí, aunque suene a verdad de Perogrullo; empezando percibo por hacernos conscientemente consientes de lo que traemos, nos metemos y sacamos de la cabeza y quizá por primera vez, saber el por qué actuamos, como actuamos, ante todo lo que nos pasa en la vida y por qué; por ejemplo: para “relajarnos” y “estar bien” bebemos y fumamos en exceso, consumimos pastillas para todo o acudimos, hombres y mujeres, a “liberar” el estrés a entretenimientos de “adultos”, que son, si reflexionamos calmadamente, cadenas de dependencias autodestructivas y caras, observo.
Lo segundo que le aseguro experimentamos con esta invitación a ENTRANANDONOS A PENSAR BIEN es alcanzar, poco a poco, a desplazar nuestra negatividad de cuando pensamos de nosotros, los demás o de lo que ocurre, poniendo simultáneamente en acción serenamente lo que detectemos tranquilamente convenga para lograrlo y así, personas menos toxicas, allí donde estemos.
Finalmente, este entrenamiento como cualquier otro, requiere de vivir el proceso y de tiempo, quien sostenga lo contrario, por lo menos creo, es un mentiroso, máxime que llevamos años sometidos a culturas cargadas de negatividad y quizá ni cuenta nos damos. O sí, pero…. le sacamos a la mera hora a comprometernos inteligentemente a ser mejores y felices. No sé usted, yo con frecuencia.
¿Se anima?

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