“El hombre está dispuesto a negar todo aquello que no comprende.”
Blaise Pascal (1623-1662) Matemático y filosofo francés.

COMPRENDIENDO POR QUÉ…©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

Reunido con talentosas profesionistas, tuve la magnífica oportunidad de experimentar y monitorear un interesante ejercicio de análisis directivo, con el propósito de identificar y comprender la dificultad de mantener el tono positivo de nuestras conversaciones y puntos de vista, sin ignorar lo negativo que también sucede, por supuesto. Autorizado por estas profesionales, brevemente le comparto el resultado, en dos planos, de este interesante ejercicio:
CULTURA
Identificamos variadas culturas (costumbres), permeadas en muchos de nuestros ambientes, también en usted y en mí, casi desde que nos despertamos, aquí tres:
1.- Poner la atención en la negatividad, cuando pensamos o decimos: “Oh que flojera; otro día de broncas y dificultades; dormí poco y mal; ayer tuve un día fatal; tengo mucho trabajo, mal pagado; las cosas no salen; los clientes no pagan a tiempo…
2.- Si encienden la radio o tv, mientras se hace ejercicio, se baña, desayuna o simplemente conduciendo al trabajo, se reciben, las más veces, comentarios que tienen que ver con algo negativo local, nacional e internacionalmente.
3.- Infinidad de conversaciones, se inician o se tornan hacia lo negativo. Aquí algunos temas, que repetimos u oímos como discos rayados: “las cosas están difíciles (en la casa y en negocio o trabajo, igual da); el tráfico está terrible; el calor es insoportable; no me alcanza lo que gano; la inseguridad está al máximo; los políticos hacen lo que les da la gana, siempre es lo mismo; el futuro está canijo….
EXPERIENCIAS
1.- Al pedir compartieran alguna experiencia personal, donde el inicio y enfoque de sus conversaciones, recientemente, fueran en tono positivo -después de un breve silencio-, una profesional recordó sólo las conversaciones con su novio….Long time a go…Hoy está divorciada.
2.- Solicitándoles recordaran alguna reciente conversación en donde hubiesen participado –no necesariamente iniciada por ellas- con tono y enfoque negativo y haya habido el intento de re direccionarla hacia algo proactivo y retador. Las respuestas fueron enriquecedoras: sólo el 10% compartió haberlo intentado, aunque por la persistencia en el enfoque negativo, desistieron. El resto, calló.
3.- Invitándoles manifestaran si en sus negocios y/o responsabilidades directivas, identificaban constantes y sinceros apoyos (no monetarios y/o de estatus) para mejorar su desempeño y mantenerse durante el día, positivas. 80%, dijo NO tenerlos. El resto, SI, aunque experimentando permanente dificultad, como si fueran contra corriente y bichos raros.
Por lo que amablemente le invito a que haga este ejercicio. Qué tal y solo sea exageración de mi parte y de estas jóvenes mexicanas.
¿Se atreve a hacerlo?