PRESENTE PARA EL FUTURO ©
Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com
Seguro ya se la sabe de cómo nos definen y/o identifican a los mexicanos. ¡Como los hombres del mañana! Por aquello de que: mañana empiezo hacer ejercicio; mañana me pongo a dieta; mañana dejo de tomar alcohol; mañana dejo de fumar; mañana busco trabajo; mañana llegaré puntual a mis citas; mañana escribiré mis propósitos y daré seguimiento a mis pendientes; mañana, mañana…Y a la mera hora. Nada. Seguimos igualitos. Estancados. Sin avanzar. Anclados en nuestro pasado, añorando épocas, que la verdad. No volverán.
Revisarnos qué tan preparados o acostumbrados estamos usted y yo a vivir el presente en nuestras vidas, ahí donde estemos, comenzando -con honestidad- por hacernos conscientemente conscientes de lo bueno y no tan bueno que hay en usted y en mí, como repetía y repetía mi admirada Coco del Río (QEPD), asesora de la dos veces campeona mundial de futbol, nuestra selección varonil sub-17, y así identificar qué nos conviene corregir, mejorar y/o incluir en nuestra arquitectura humana personal. Por lo siguiente:
Vivir en presente, estará de acuerdo es un gran avance, ante nuestra inclinación de estar mirando hacia el pasado de recuerdos, influidos -quizá- por nuestras conversaciones internas y externas, noticias y lecturas constantes, como si sólo volteáramos al espejo retrovisor, en vez de mirar al frente.
Tener una visión de qué es en lo que queremos ser o convertirnos usted y yo, sin duda, nos ayudará a planear estratégicamente, con claridad y muy importante en PRESENTE PARA EL FUTURO.
Para ello conviene crearnos HOY nuestra propia imagen de cómo queremos vernos. Si es acompañados, mejor.
A esto nos ayuda, observo, aprender de lo que experimentó y puso en práctica Willis Haviland Carrier (1876-1950), ingeniero estadounidense inventor del aparato de aire acondicionado que lleva su apellido y que enfrentó un reto muy complicado en la fábrica donde trabajaba: instalar un purificador que evitará el humo contaminante del aire. Si fallaba la empresa perdería mucho dinero y él, su empleo.
En lugar de lamentarse, ponerse triste o encontrar a quién echarle la culpa, con visión, planeó esta estrategia imaginando, los siguientes tres posibles resultados:
1.- Visualizar lo peor que le podría suceder, si no resolvía el problema.
2.- Aceptarlo, como algo necesario. Enfocándose en los valiosos aprendizajes que pudiera obtener, tomándolo como una batalla perdida y no la guerra.
3.- Con calma, dedicar tiempo y energía a pensar, pensar, pensar y pensar en PRESENTE en qué recursos necesitaría y qué datos duros podría disponer para resolver el problema PARA EL FUTURO.
Y así W. Carrier resolvió este reto, con muy buenos resultados para la compañía y para él, que fue premiado con un buen ascenso.
Desde entonces, a esta planeación de cómo resolver problemas siguiendo estos tres pasos, se le conoce como LA FORMULA CARRIER (Cf. Cómo vencer las preocupaciones por D. Carnegie y E, Sálesman Ed. San Pablo 2004). Y vaya, que si funciona.
Recientemente una valiosa investigación del estadounidense israelí Daniel Kahneman (88) premio nobel de economía 2002, en colaboración con la Harvard Business Review, confirma, me parece, lo que se puede lograr utilizando LA FORMULA CARRIER, lo mismo que reafirma ante cualquiera que sea nuestro reto y deseo PRESENTE PARA EL FUTURO la conveniencia de revisar todos los pros y contras debidamente documentados y avalados con la más objetividad de que seamos capaces, antes de tomar cualquier gran decisión. Además de advertir con esta investigación Kahneman -sustentándose con puntuales casos reales- de la falsa ilusión que puede provocar la búsqueda del éxito, que contrario a lo que se pretendía, las más veces, “sustentándose” en un optimismo ramplón y manipulado por intereses que buscan vanidosamente más los ascensos, incremento de ventas y/o nuevos mercados, que otra cosa, minimizan los posibles escenarios nada favorables, errores o contratiempos que se pudieran presentar, lleva a tomar muy malas decisiones con resultados desastrosos (Cf. La falsa ilusión del éxito Daniel Kahneman Ed. Conecta y Harvard Business Review Press 2020).
Ambas metodologías, La Formula Carrier y La falsa ilusión del éxito -percibo- confirman lo que muy bien afirmó el nombrado padre de la gerencia moderna, el austriaco estadounidense Peter F. Druker (1909-2005) sobre lo que conviene atender cuando pensamos en el PRESENTE PARA EL FUTURO: “La planeación a largo plazo no es pensar en las decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes”. Citado por Carlos Ruíz en El Financiero, diciembre 16/22.
Lo anterior seguro nos ayudará a NO CONFIAR en lograr lo que queremos “echándole muchas ganas”, como aquí y en el extranjero llaman a la popular manera mexicana de “alcanzarlo”.
Por lo que le invito a que las incorporemos a nuestra arquitectura personal, deseándole ¡LO MEJOR SIEMPRE!