Tu navegador (Internet Explorer 7 o anterior) está obsoleto. Tiene fallas de seguridad y no puede mostrar todas las características de este y otros sitios web. Aprende a actualizar su navegador.

X

Navegar / buscar

LA FLOR Y EL LODO ®

“La atención es la aplicación de la mente a un objeto. El primer medio para pensar bien es atender bien.”
Jaime Balmes (1810-1848) Matemático y filosofo español

LA FLOR Y EL LODO ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

Conversando con un buen amigo, científico en biología molecular y jefe de esta rama de la medicina en una centenaria institución de salud pública del país, caímos en la cuenta lo frecuente que es ver y escuchar allí donde estemos, -¡incluyéndonos!- sobre lo negativo de lo que sea, siendo una costumbre (cultura) que practicamos con recurrente facilidad, si nos descuidamos.
Lo que hizo acordarme lo que el joven Jaime Balmes advertía y recomendada 166 años atrás en su libro EL CRITERIO (editorial Porrúa): la ineludible condición para pensar bien, usted y yo debemos atender bien; esto es, poner buena atención. ¿Cómo? Se preguntara. Permítame le conteste, compartiéndole una de las razones –habrá más, quizá- a la que llegamos del porqué nos fijamos y hablamos de lo negativo, valiéndome de la metáfora de LA FLOR Y EL LODO que le comento brevemente, a continuación:
Comienzo por invitarlo(a) a pensar cuál sería su respuesta, en el supuesto de que usted o yo, viendo unas hermosas flores en el campo, desviáramos nuestra atención (vista y mente) a EL LODO; esto es, a la tierra y agua que las sostienen y no observáramos la hermosura del color y olor de LA(S) FLOR(ES) y nos pasáramos el tiempo hablando solo de EL LODO. ¡Un lamentable desperdicio de tiempo! Respondería, ¿no?
Pues con frecuencia, conviene admitirlo y hacernos consientes, nuestras conversaciones las hacemos poniendo la atención y énfasis en EL LODO de lo negativo, de lo mal que estamos o están las cosas por donde quiera, dejando, cuando así hablamos de destacar y poner la atención en lo hermoso de LA(S) FLOR(ES) también, ósea en lo bueno –mucho o poco- que nos sucede y sucede a los demás o estamos interesados -de manera positiva- ocurra en nuestro hogar, negocio, trabajo, escuela, barrio o comunidad. Si cree que exagero, pruebe e intente observar las conversaciones que intercambia. Constatará, son sobre El LODO. Las más.
De aquí que nos convenga movernos de esta cultura (costumbre) de poner nuestra atención en lo malo -EL LODO- , hacia la CONTRACULTURA de poner nuestra atención y la conversación en lo interesante de LA FLOR; esto es, en lo positivo de las acciones y pensamientos, llegándonos a suceder -¡se lo aseguro!- si lo hacemos, lo mismo que cuando observamos y nos fijamos en LA(S) FLOR(ES). Que ni hablamos, ni nos detenemos en EL LODO. Para qué. ¡No vaya a ser que nos ensuciemos!
¿Se anima?