“Enriquecerse no es defecto; lo equívoco es hacerlo en perjuicio de la sociedad”
Revista Expansión No. 815 página 55.

¡Dos Excelentes Aprendizajes!

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

Con sus matices y circunstancias particulares, por supuesto, nadie somos ajenos a lo que en estos momentos estamos experimentando millones de personas de todas las razas, creencias y condición social.
Así conviene, me parece, darnos la oportunidad de aprender, usted y yo, por lo menos dos lecciones:
1.- Buscar la abundancia en nuestra vida, a través de nuestras acciones cotidianas, allí donde estemos, ¡claro! que es legítimo y necesario. Pero está re- contra probadísimo que hacerlo saltándose la aritmética monetaria (Milton Friedman Nobel de economía 1976, portal ABC febrero 2/2009) tiene al país más poderoso de la tierra y al resto, con un efecto dominó de desconocidas proporciones.
2.- Reconocerle una valía suprema como nunca, al –hoy- denominado capital humano, está ¡excelente! Lo cuestionable vine al enterarse que instituciones ya desaparecidas por problemas en su arquitectura financiera (Lehman Brothers) o con grandes pérdidas (las 3 automotrices), hayan gastado millonarias cantidades en unos cuantos ejecutivos, contribuyendo ha desemplear miles de personas. Solo en febrero pasado 650,000 personas en Estados Unidos, quedaron sin trabajo y con la tasa de desempleo más alta en 25 años (portal BBC/marzo 6/2009).
Si actuamos diferente, seguro, no pasará lo que el profesor de una escuela de negocios europea acaba de decir: “Esta reflexión sobre la importancia de la ética del gobierno corporativo y la responsabilidad social ya nos la habíamos hecho cuando se produjo la debacle de Enron…..: al cabo de unos años volvimos a las andadas” (Expansión no. 1009, pagina 61).
¿Le suena?