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INSPIRADORAS COINCIDENCIAS ©

Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com

A través de un grupo de entusiastas empresarios del centro y occidente del país, que han participado o participan de un programa de entrenamiento de negocios vengo observando complacido cómo están detectando y ejecutando oportunas acciones para ellos y sus negocios, cada uno por su cuenta.
La experiencia con el programa les ha permitido a estos inquietos emprendedores percibo, entre otras cosas, hacerse de valiosas herramientas e información con sólidas historias de éxito, tanto de mujeres y hombres que como ellos, curiosos y preocupados por su porvenir, se animaron a emprender cambios y mejoras personales y corporativas.
Así al igual que; por ejemplo, Steve Jobs (1995-2011), algunos quieren mejorar sus servicios, mediante la simplificación y reforzamiento de sus procesos y, lo mismo que Jobs, han planteado esta petición y reto a sus colaboradores y asesores externos: que hasta un niño de primer grado los entienda y pueda operar (cf. El camino de Steve Jobs, del autor Jay Elliot pág. 35 editorial Aguilar). En esto están.
Otra de las muchas y variadas experiencias enriquecedoras reportadas por estos talentosos hombres y mujeres, es su valiente y honesta identificación de conductas en la cultura empresarial que venían repitiendo y que hoy atribuyen, en algunos casos, provocaron graves quebrantos financieros y errores directivos; permitiéndose así, poner en marcha me parece, este valioso consejo que nunca se cansaba de repetir el padre de la gerencia moderna Peter F. Drucker (1909-2005): Reinvéntese así mismo (cf. Drucker para todos los días, pág.29 del autor Joseph A. Maciariello, Grupo editorial Norma).
Estas acciones concretas y verificables que por espacio hoy le comparto, les permiten creo, sin mayores desplantes propagandísticos, alcanzar mejores prácticas corporativas, para el bien de ellas y ellos como emprendedores o directivos, sus colaboradores, sus proveedores y muy importante: sus clientes, lo mismo que a sus familias.
Porque estará de acuerdo, siempre es inspirador encontrarnos con personas que llevan a cabo en su vida diaria, acciones coincidentes o similares a las de muchas mujeres y hombres que cambiaron para bien su vida, la de sus empresas y así, la de muchas personas y sus negocios, que leemos; por ejemplo, en estos serios y recomendables libros o, gracias a la tecnología de las comunicaciones, también en reportajes de documentados sitios de internet o de algún recomendable canal de tv de paga.
Y este tipo de programas y acompañamientos para las y los empresarios y directivos, por supuesto lo logra, aunque para ello se conviertan en voluntarios y provocadores retos personales, al cual no es fácil entrarle –conviene aceptar- y, más útil percibo, mantenerse hasta hacerlo parte de la arquitectura empresarial y directiva individual de México. ¡Aquí un enorme reto-oportunidad!
Por lo que a todos nos conviene mejorar así, la cultura de emprender, que aquí está impregnada observo sin exagerar, entre otras, de una larga cadena de improvisación, de amiguismo y del me late (hasta tenemos una lotería pública con este nombre) y que folclóricamente nos indilgan aún, por desgracia: el ay se va…Aunque con exitosas excepciones, a Dios gracias.
Por eso creo, es valioso que haya más empresarios y directivos acompañados de serios profesionales experimentados en estos programas y escuelas de negocios de prestigio en el país (evitando claro, prudentemente, las que se anuncien en radio, tv y medios no académicos), que provoquen y testifiquen estas inspiradoras coincidencias diarias, ¿no le parece? Pero no me crea.
¡Hágalo!