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LA CIENCIA DE SER POSITIVO(A) ©

“Las personas que esperan las mejores cosas de la vida toman medidas activas para mejorar su salud.”
Eric Kim estudiante de doctorado en la Universidad de Michigan. ABC 21/07/11

LA CIENCIA DE SER POSITIVO(A) ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

Como nunca, estará de acuerdo, nos envuelve una variadísima oferta para pensar POSITIVO, con la cual estoy de acuerdo, llegando a ser hoy –hasta- cool (chavos dixit), en ciertas reuniones –sobre todo de damas, con mis respetos-, que ante cualquier enfermedad y problema, de repente digan, repitan y aconsejen, quizá basadas en los(as) gurús del bienestar, que pagando espacios en la radio, prensa, internet o tv están ofertando: SER POSITIVO(A). Este enero ya le compartí el análisis que hicimos de esta comercialización, que evidencia, en la radio y hasta en ambientes profesionales propuestas, que en muchos casos sólo generan neblina de dudas y superstición en cómo ser positivos y alcanzar abundancia. No deseo detenerme en ello.
Más bien recordarnos, conviene admitirlo serenamente, que a quienes queremos y creemos que desplazar la negatividad de la mente y vida, no sólo reporta beneficios personales evidentes sino también en quienes estén cercanos (familia, trabajo, amigos, barrio, colegas, etc.), y que el reto percibo, es SER y PARECER positivos; primero usted y yo, aún en las más contradictoras, cotidianas y singularísimas de nuestras circunstancias o personalidad. Lograrlo requiere entrenamiento. Le comparto:
Acaba de darse a conocer en la revista Stroke (apoplejía en español) del Journal of the American Heart Association, algo así como el periódico de la Asociación Norteamericana para el corazón (el órgano, no el de la doctora), el interesante estudio de la Universidad de Michigan que observó durante dos años a 6044 adultos mayores de 50 años, calificándoles su nivel de optimismo en una escala de 16 puntos. Registrando, ojo aquí lo interesante, que por cada aumento de un punto en el nivel de OPTIMISMO, correspondió una disminución del 9% en el riesgo de un accidente cerebro vascular o ictus agudo durante el periodo de seguimiento. El ictus, por cierto, es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos, detrás de las cardiopatías y el cáncer, y la principal causa de incapacidad. El efecto protector del OPTIMISMO hace, según este estudio, que la gente decida tomar vitaminas, llevar una dieta saludable y hacer ejercicio, -¿quién se opone? Además de las evidencias que sugieren que el pensamiento positivo también puede tener un impacto estrictamente biológico, según este reporte. ¿Habrá movilización de “indignados” vs esto? Tan de moda, hoy.
Así pues los beneficios de desplazar la negatividad de nuestra vida, sí tienen bases científicas y acciones concretas que requieren nuestro esfuerzo inteligente, por supuesto. No magia, superstición o ramplona autoayuda.
¿Se apunta?