EQUIVOCARME ASÍ, ME DA GUSTO ©
“Equivocarse es humano, pero echarle la culpa al otro es más humano todavía.”
Anónimo.
EQUIVOCARME ASÍ, ME DA GUSTO ©
Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com
¿Cuándo fue la última vez que se equivocó, o le dijeron estaba equivocado(a)? ¿Cómo se sintió? ¿Qué pensó? ¿Recuerda? Puede esté equivocado si le digo que se sintió muy mal; que sus pensamientos fueron -los más- pesimistas, juzgando que los(as) otros(as) eran los(as) equivocados(as) y usted “tenia” razón y estaba en lo “correcto”, ¿no?
En esto estamos de acuerdo: a nadie le gusta equivocarse; menos le digan que está equivocado(a). Aquí sí, que nuestro ego, cualquiera que sea nuestra condición o posición, allí donde estemos, se ve “herido” en su más puro egocentrismo. Y reaccionamos, casi siempre, defendiéndonos con una retahíla de palabrería hueca, que las más veces la encabezará –casi seguro- la negación y rechazo a quien le señale estar equivocado.
Con esta CONTRACULTURA ® deseo proponerle que equivocarnos también puede darnos gusto, aunque le suene raro, aquí tres posibilidades:
1.- Influidos por la costumbre (cultura) de etiquetar sin más a las personas, rápido las juzgamos negativamente, por aquello de: piensa mal y acertarás y poco después, ya siendo testigos de sus palabras y acciones positivas (más que sus negativas), nos cae el veinte gustoso de cuan equivocados estábamos. Ejemplos, sobran: a colegas, amigos, maestros, vecinos, socios, compañeros, parejas, hijas(os), clientes, asesores, servidores públicos, etcétera.
2.- Metidos en la cultura de que los mexicanos somos bien transas, a veces con fundamento (ver encuesta del CIDAC y reporte de Transparencia Internacional, al respecto), nos topamos también; por ejemplo, con profesionales en entidades públicas de salud mexicanas que proporcionan atención y servicios a la altura de cualquier institución privada. Si cree que es rollo “motivacional”, acuda le invito, solo por curiosidad, a la unidad de biología molecular de la más antigua institución de salud en Guadalajara y experimentará el gusto de equivocarse sobre cómo somos los mexicanos. Bomberos, taxistas, choferes de transporte público, empleados(as) de mostrador, empresarios(as), directivos(as), profesionistas y ciudadanos(as) de a pie, en varias ciudades del país, nos hacen igual, sentirnos equivocados. ¡Gustosamente!
3.- Saturados y aburridos de tanto medio de comunicación y líder “manipulador” (Homo Videns. Autor Giovanni Sartori (87). Ed. Taurus), -incluso llegamos a creer el mito del 12/12/12 como una solución mágica a todos los problemas-; encontramos medios responsables que ofertan lo que hoy se conoce como: medios a la carta; periodismo sin amarillismo, que mediante reportajes serios, entrevistas, opiniones y editoriales fundadas, abordan responsablemente las causas y posibles soluciones a nuestros inacabables retos. El Observador, once tv y El Economista son buenos ejemplos de ello, percibo, no los únicos. ¡Por fortuna!
Le invito a que pruebe y experimente en su vida, este gusto de equivocarse.
¿Se atreve?