Por Nacho Navarro
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Coincidirá, es frecuente nos hagamos algunos propósitos, las más veces sin ponerles fecha, por aquello de evitarnos presión, dentro de los cuales se repiten, entre otros, estos tres:
1.- dejar de fumar,
2.- ponernos a dieta, junto con
3.- iniciar o retomar, en el mejor de los casos, el ejercicio físico, empezando con una ligera caminata por las mañanas. Lo cual es interesante, por supuesto.
Quienes saben de esto, recomiendan proponernos pocos, tal y como se le atribuye al gran San Agustín (354-430), para quien bastaba con uno sólo cada año para esforzarnos a superar y así, aseguraba el de Hipona, al final de nuestras vidas llegaremos con menos defectos. Sabio y práctico, sin duda.
Y más allá de los repetidos mensajitos que recibimos o escuchamos por aquí y por allá -las más veces- bien intencionados, aunque siendo honestos, nada aterrizados y rápidamente olvidados, apoyados muchas veces en los malísimos comerciales vendiéndonos parches, dietas, suplementos y aparatos “milagro” para dejar de fumar, bajar de peso o mejorar la figura. Mejor, le invito a pensar bien cómo lograrlos.
Así, ante esta repetida cultura de propósitos, conviene hacernos conscientes, entre otras cosas, de lo que el israelí estadounidense Daniel Kahneman (85), ganador del nobel de economía en 2002, documenta y evidencia nos ocurre muchas veces: las más, pensamos rápido y no hacemos lo correcto, porque nos da flojera pensar despacio y así, se nos escapa la oportunidad de descubrir lo que conviene para alcanzar aquello que queremos (Cf. Pensar rápido, pensar despacio Editorial Penguin Randon House DEBOLSILLO 2011).
En esta línea, y recomendado por el mismo Kahneman, algo útil es incorporar a nuestra arquitectura personal, observo, lo que nos facilita lograr aquello que nos propongamos. Esto que le comparto:
Al o los propósitos, no sólo convendrá tenerlo(s) presente en nuestra mente, sirviéndonos de ponerlo(s); por ejemplo, por escrito y leerlo(s) al menos una vez al día, si es en la mañana, mejor.
Además, conviene complementarlo(s) con lo que nos asegurará, según expertos, altas posibilidades de alcanzarlo(s) en la(s) fecha(s) y forma(s) en las que usted y yo, nos lo(s) hayamos planteado. Agregarle la LISTA.
LISTA elaborada con las acciones específicas que usted y yo consideremos -las que sean- nos faciliten su cumplimiento y así, estar LISTOS razonablemente para lograrlo(s).
Similar a lo que antes de cada jugada, hacen; por ejemplo, el entrenador en jefe y mariscal de campo del fútbol americano: checar su lista de jugadas sugeridas para poner en acción, en ese preciso momento, piensen les facilite alcanzar el triunfo. Aunque frecuentemente, resulte lo contrario, hoy la LISTA es parte de la estrategia en este deporte.
O lo que se volvió una magnifica rutina practicada por cada capitán de vuelo, junto con su copiloto antes de despegar aviones: repasar la lista de instrumentos funcionando, clave. Lo mismo, la lista del instrumental, aparatos y signos vitales en los pacientes que los equipos médicos repasan antes de cada operación y servicios de urgencias (Cf El efecto Checklist Cómo una simple lista de comprobación elimina errores y salva vidas. Del médico norteamericano Atul Gawande (54) editorial Antoni Bosch editor 2011)
Si no, nos podrá ocurrir parecido a lo que me confían empresarios y directivos de gimnasios: más menos, 80% de las personas que se inscriben por primera vez al inicio de año, para marzo, dejan de acudir. Incluso habiendo pagado, muchas veces, el año completo. ¿Le suena?
Le invito y deseo lo mejor, siempre.