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CREERNOSLA ©

CREERNOSLA ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com @NachoNavarro8

No piense que me referiré a esas posturas que de repente tomamos usted y yo de sabelotodo creídos, logrando caerles gordos a quienes conviven regularmente con nosotros.
Sino a las respuestas que usted y yo damos cuando no salen las cosas como queremos y nos hacemos estas preguntas: ¿por qué no pude?, ¿por qué fallé?, ¿por qué saqué bajas calificaciones o ventas?, ¿por qué no logro lo que me propongo?, ¿por qué me pasa lo que me pasa?, ¿por qué necesito de alguien para lograr lo que quiero, siempre?
Las contestaciones que damos cada quien las sabe, lo que de entrada me parece bien, lo mismo que complementarnos unos con otros siempre; sobre todo, en este tiempo de desempleo mundial, desigualdad social y abultados déficits públicos, como nunca, por lo que deseo compartirle, lo siguiente:
Las respuestas que observo nos convienen aceptar, dejando de lado necesariamente toda arrogancia de que seamos capaces y/o haciéndonos consientes de lo poco que nos gusta raspar nuestro ego que se disfraza y defiende, son estas:
1.- porque no nos la creímos, 2.- porque desconfiamos que podíamos, 3.- porque la vocecita mental negativa se impone y nos aplasta, haciéndonos creer y lo peor, sentir que no podemos, con los efectos adversos y nada alentadores.
Porque si lo reflexionamos tranquilamente observaremos -a veces- que no pudimos o fallamos, no vendimos o no cerramos ese proyecto que queremos, nos pasó lo que nos paso de adverso o de plano se nos “cayó” ese cierre que “estaba” amarrado, porque –aquí lo interesante y revelador- NO NOS LA CREÍMOS y simplemente desconfiamos e inseguros de nosotros mismos, nos metemos zancadillas mentales. La próxima vez que las cosas no le resulten, por favor identifique calmadamente cuál fue su mayor impedimento. Verá que sorpresa se lleva.
Aceptar esto en nuestra vida diaria no es fácil y frecuente, por cierto, entre otras razones me parece por estar influidos de la cultura para localizar “culpables” de lo que nos pasa: los otros, regularmente.
Y lo interesante estará percibo en poner los medios para entrenarnos bien a CREERNOSLAS y así, salir poco a poco de la cultura que nos atrapa creo, por lo menos, en dos costumbres igual de perniciosas: una y muy repetida en muchísimos de quienes hablamos español: no creer en nosotros y “pensar” que así somos “humildes y “sencillos”, cuando sólo nos hacemos patos y mediocres, como decimos los mexicanos, la otra que ya le comente: pensar y actuar como “pesados” creídos, cargados sí, de egoísmo, incapaces de provocar y compartir beneficios para todos. A las dos conviene las superemos.
¿Se atreve?