EL PODER DE OPTIMISMO
“Contra la cultura del negativismo, vive la cultura de lo positivo”
Así titula su libro el norteamericano Dr. Alan Loy Mc Ginnis (editorial Javier Vergara), donde narra enriquecedoras historias de cómo tomándole el lado positivo a lo que negativo sucede, personas salieron exitosamente adelante.
Como aquella que le sucedió al gran inventor e investigador Thomas Alva Edison que a sus 66 años, un incendio en su laboratorio, hizo perdiera equipos con valor de millones de dólares y la mayor parte de sus documentadas investigaciones realizadas a lo largo de su vida. Ante la angustia de su hijo Charles y caminado sobre las cenizas de su laboratorio, Edison le dijo: “Existe una gran mérito en el desastre. Todos nuestros errores están quemados”. ¡Hermoso!
Difícilmente nos encontraremos alguien en el país que NO haya vivido, por lo menos, una circunstancia o hecho desagradable para él o ella, sea cierto o inventado. ¿No?
Lo que si es frecuente toparnos, en la casa, trabajo, escuela, noticias, círculo de amigos y/o en casi cualquier ambiente social a donde vayamos, legiones de gente que solo está dale y dale, quejándose y señalando a los culpables -por cierto, nunca ellos- de lo malo que están las cosas en este país. Y de repente, las más veces sin percatarnos, usted y yo, nos unimos con nuestros pensamientos, actitudes y palabras, a la legión mexicana de negativos y pesimistas. Gastando así la energía, que debemos –me parece- poner a trabajar para hacer que las cosas, en mi casa, trabajo, escuela, club, barrio, colonia, país, caminen diferente y positivamente.
De aquí que le anime a que se sume a los miles de mexicanos(as) optimistas, que buscamos provocar acciones (culturas) diferentes que cambien, positivamente, lo más importante del país: Su Arquitectura Humana.