LO POSITIVO DE LO NEGATIVO
Por Ignacio Navarro Valle.
nacho.navarro@contracultura.org.mx
Los expertos en potencial humano, nos insisten y persuaden del poder del pensamiento positivo. “Pensar y actuar positivo”, ha sido el tema tratado en un sinfín de libros, artículos y conferencias de liderazgo, lo cual me parece bien.
Sin embargo, sorprende experimentar que una de las formas más efectivas y poderosas para iniciar la ruta hacia lo positivo, pasa ineludiblemente por lo negativo.
Difícilmente seremos personas positivas, si no aceptamos –antes- que tenemos cosas negativas. La sinceridad derriba cualquier barrera. Vea:
Usted puede dudar, con justificadas razones, en el mejor de los casos, que soy una persona que me mantengo con pensamientos y acciones positivas durante todas las horas del día en que me encuentro despierto, teniéndole que demostrar, si fuera el caso, cómo es que sí me mantengo positivo, más allá de lo que me ocurra. O sea, usted necesita para aceptarme positivo, pruebas de mis conductas, ¿no?
Pero cuando con sinceridad le comparto, que frecuentemente produzco pensamientos negativos y que batallo para llenar mi cabeza de ellos, que me aseguren acciones positivas, inmediatamente usted lo acepta, sin poner barreras. Igualito ocurre cuando acepto mi negatividad, para hacer lo positivo. ¡Increíble!
Así también, al pensamiento positivo lo sobre dimensionamos y propicia que, muchísimas veces, nos pongamos a la defensiva y escépticos, cuando nos sentimos positivos y sin problemas, quizá por esa cultura que pocas veces vivimos usted y yo: admitir que los tenemos. ¿No le parece?