RUTINA PARA SALIR DE LA RUTINA (2) ©
“La repetición es la madre de las habilidades.”
Refrán popular.
RUTINA PARA SALIR DE LA RUTINA (2) ©
Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com
Durante esta semana recibimos muchos comentarios, algunos sugiriéndonos ampliar esto de la rutina, lo cual agradecemos y por eso en esta CONTRACULTURA ® le comento:
Si reflexionamos atentamente la cita del principio, caemos en la cuenta que para dominar cualquier acción que nos mejore, allí donde estemos, conviene repetirla hasta que lleguemos a ejecutarla con habilidad, siendo requisito indispensable para lograrlo, recomiendan expertos (Las Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo. Autor: El británico Adrian Davies (48). Panorama Editorial), poner atención en aquello que deseamos dominar, acudiendo, si creemos necesario, a personas que nos faciliten lograrlo.
Lo interesante está, en que siempre repitamos nuestros pensamientos y acciones, haciéndonos conscientemente consientes de qué estamos pensando y haciendo; para lo cual ayuda hacer las reflexiones, pausas y secuencias ordenadas (el uno va antes del dos; por ejemplo, aunque suene obvio) e invertir (que no gasto) el tiempo de calidad necesario para alcanzarlo. Así, apagamos el piloto automático de la inconsciencia personal.
Hoy, con sus más y sus menos, vivimos inmersos en la cultura (costumbre) de la rapidez; casi todo lo queremos para ayer o instantáneamente; nuestras agendas están llenas, muchas veces, de asuntos urgentes, que no importantes, que impiden reflexionar serenamente nuestros pensamientos, muchos de ellos -si ponemos atención-, literalmente basura, que nos meten miedo, imaginario.
Conozco, le comparto, a un talentoso empresario mexicano que procura una vida con orden, pero como él dice: “con mucho desorden”, porque está siempre abierto a modificar sus rutinas, abandonando las que considera -después de informarse serenamente-, conviene dejar; así, por ejemplo, cuando hace ejercicio, tres o cuatro veces a la semana, sí, repite los 30 o 35 minutos, pero siempre con algo diferente que va, desde oír música o chistes, a hacerlo en silencio; dándole un minuto más, o, menos a determinada velocidad y/o ejercicio. Constantemente cambia el sabor de su bebida hidratante y, aunque le encanta la botana antes de comer, constantemente está alterando el contenido de la misma. Igual deja de consumir bebidas alcohólicas por largos periodos, sin que ello le signifique prohibirse para siempre degustar alguna bebida espirituosa. En la base de este exitoso emprendedor, vengo descubriendo, subyace algo interesante: vive y disfruta la espontaneidad y el desapego. ¡Para dudarlo!
Pero más le admiro -he sido testigo afortunado-, cómo intenta frecuentemente sacarse de la cabeza y de la boca pensamientos negativos, parando o cambiando de conversación -hasta de amistades y negocios-, para no repetir esta rutina, a la que con facilidad nos enganchamos, automáticamente, usted y yo.
Como para imitarlo. ¿No le parece?