DEFENDIENDO ESTAR BIEN ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com @nachonavarro8

Ya en la CONTRACULTURA® de octubre 16/11 le compartía la interesante iniciativa de los gobiernos británico y francés para observar y medir el bienestar de sus ciudadanos; ahora, el gobierno japonés anuncia establecerá el índice de la felicidad de sus ciudadanos en estas tres áreas: económica-financiera, salud- medio ambiente y comunidad-relaciones comunitarias. Iniciativas novedosas que marcan, me parece, una acción que conviene imitar, más allá de lo personal y subjetivo (por lo que corresponde y responde c/sujeto) que puede ser identificar el ESTAR BIEN, percibo. No deseo detenerme en ello, sino en lo frecuentemente que usted y yo nos vemos influidos e influimos en esa costumbre (cultura) de la negatividad. Le pongo dos grupos de ejemplos:
El primero. Prende usted la radio o tv y sin más y al canal que sea, escucha y ve remarcar lo negativo de las personas, cosas y circunstancias; talk shows en horarios diurnos sin el menor empacho de mostrar escandalosamente –perdón si le ofende la palabra- conductas miserables. Pero como el morbo vende y da rating, allí están la tv abierta y radio dale y dale; lo mismo algunos periódicos, revistas y sitios de internet (blogs, facebook y twitter, incluidos) que lucran con los chismes sobre la mediocridad humana.
El segundo. Llega a usted al trabajo, al salón de clase, a una reunión familiar o de amigos, colegas o asociación de vecinos y con frecuencia después de los saludos, la conversación se carga a lo negativo de “x”, “y” y z”, y si alguien intenta destacar algo razonadamente positivo, la cargada negativa de los(as) asistentes –incluidos usted y yo- acaba por imponerse, las más veces. Aunque reconozco que ser “positivo” está de moda y asociado, a veces, con “artistas” y “escritores(as)” de la motivación, tremendamente falsos.
Por supuesto que está usted en su derecho de pensar que exagero, citándole estos ejemplos, todos opinables, por cierto, pero deseo invitarle a que los aceptemos como parte de esa cultura que nos influye e influimos por acción u omisión, aunque entrenándonos en algo que me parece interesante y sin duda protege y fortalece si llegamos a incluirlo en nuestra forma de ser: desplazar de nuestra mente la negatividad, como respuesta automática a estas y otras tantas situaciones de nuestra vida diaria y, así, ESTAR BIEN. Ojo, no a tener la razón, a salirse siempre con la suya y/o a que las cosas se hagan como queremos, por más buenas que parezcan y creamos, siempre. Acompañando este entrenamiento que le sugiero, de la practica de observar y mantenernos optimistas, independientemente de personas, cosas y circunstancias, y si para ello conviene apaguemos la tv y radio, no leamos o escuchemos noticias, veamos películas que nos depriman o nos retiremos de conversaciones y/o amistades que están dale y dale con lo negativo, lo intentemos.
Queriendo así, mantenernos optimistas DEFENDIENDO ESTAR BIEN sobre todo, porque como decía el poeta norteamericano Oliver Wendell Holmes (1809-1894) “Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.” ¿Se atreve?

¡FELIZ NAVIDAD 2011 y un año 2012, lleno de optimismo!