Por Nacho Navarro
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Observar competencias mundiales deportivas, como los juegos olímpicos, siempre es estimulante, quizá para movernos físicamente –muy recomendable- y por qué no, hasta derramar lagrimas de alegría, y más interesante me parece, fuente de inspiración de múltiples aprendizajes de la cultura deportiva, la más evidente, pero de otras culturas, también valiosas –aunque no tan a la vista-, que confluyen en su realización y que nos dan a usted y a mí, interesantes lecciones culturales para nuestra vida diaria, allí donde estemos. Por espacio, le comparto, estas cinco:
*Planeación.- Que no es otra cosa que anticipación inteligente. La Asociación Olímpica Británica, quince años antes (1997) armó el plan para unos olímpicos en Inglaterra, pensando en las ciudades de Birmingham y Mánchester, cuyas candidaturas habían sido rechazas en 1992, 1996 y 2000, respectivamente. De aquí, que haya decidido presentar a la ciudad de Londres, y ocho años antes (2004), solicitó competir para ser la sede de estos trigésimos juegos olímpicos de la era moderna; confirmándonos, que no existe la generación espontánea para el éxito, en las personas y organizaciones.
*Competición.- Londres, inicialmente compitió con ocho ciudades, de otros tantos países y después de una pre-selección, con cuatro ciudades. En 2005, le ganó a la favorita: Paris y desde esa fecha (siete años, antes), puso velocidad y creatividad a la organización.
*Organización.- Dos entidades se encargaron de la organización: el Comité Organizador presidido por el británico ex campeón olímpico Sebastian Coe (55), encargado de la planeación y recaudación de los fondos necesarios de los juegos y la Oficina de Proyectos de las Olimpiadas para realizar las obras materiales y los servicios para su optimo funcionamiento y diversidad. ¡Nada para al ahí se va!
*Diversidad.- En estos juegos participaron 204 países; dos, divididos política e ideológicamente: Corea: la del Sur y la del Norte y China: Continental y Taiwán; con aproximadamente 10500 deportistas en veintiséis deportes y treinta y nueve disciplinas, con una camaradería ejemplar.
*Camaradería ejemplar.- Las y los atletas compitiendo y aceptando los resultados, felicitando a quien resaltaba triunfador, junto con sus entrenadores, aunque no hubieran salido triunfadores y observándoles disfrutar alegremente la ceremonia de clausura, mezclados, dejando de lado diferencias de idioma, nacionalidad y deporte practicado, es de los mejores aprendizajes olímpicos, que usted y yo podemos poner en acción, allí donde estemos, creo.
Sí, esta Olimpiada de Londres 2012 nos deja, sin duda, muchos más aprendizajes que estos. Por 17 días, además, nos hicieron ignorar tanta noticia basura y conducta negativa, que tan acostumbrados, si nos descuidamos, la televisión nos tiene, en primerísimo lugar.
¿Los ponemos en práctica?