SENSATEZ Y EQUILIBRIO ©
Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com
Leí en la revista de negocios Expansión (Cf. No. 752 pág. 170), un interesante y fundado análisis de la situación que guardan, desde hace tiempo, las desequilibradas finanzas públicas mexicanas, entre otras cosas, por una fuerte dependencia a los ingresos petroleros, por cierto, en caída libre a nivel internacional (Cf. Portal El Financiero diciembre 8, 2015) versus la recaudación de contribuciones que muy pocas empresas y ciudadanos pagamos, invitando este autor a nuestras autoridades hacendarias a proponer medidas sensatas que equilibren el creciente endeudamiento público del país, que se prevé llegue a representar el 51.8% del PIB en 2018 y crecido este sexenio 8.2 puntos del mismo (Cf. Portal El Financiero noviembre 30, 2015), con todo lo negativo que puede desencadenar este creciente endeudamiento gubernamental, por el que México ya pasó, desafortunadamente, durante los años 70´s y 80´s, respectivamente; pero no deseo detenerme en ello, sino valerme de esta interesante reflexión, para que nos revisemos tranquilamente, cómo andamos usted y yo de sensatez y equilibrio en nuestra arquitectura personal, que nos ayude observo, a evitar y/o corregir las desagradables acciones que generan desequilibrios en todos nuestros planos en que de repente nos vemos o, admitamos, provocamos. Le comparto.
De acuerdo a la Real Academia Española, la SENSATEZ es la cualidad de SENSATO y este calificativo se aplica a quien es “prudente….., de buen juicio”; que traducidas a nuestro lenguaje cotidiano, aplica, estará de acuerdo, a cuando usted y yo usamos adecuadamente nuestro cerebro y pensamos convenientemente, y mejor actuamos, allí donde estamos y nos sucede.
La misma academia define lo que corresponde a EQUILIBRIO: “….Ecuanimidad, mesura y sensatez en los actos y juicios.”
De aquí percibo, que no basta que cuidemos y usemos bien nuestras cualidades cerebro-mentales, lo cual es valiosa cultura, sobre todo ante tanta basura mental que se nos mete o inventamos, coincidirá, pero insuficiente si no va unida a acciones puntuales y concretas que acompañen nuestros mejores pensamientos.
Decirlo y escribirlo, por supuesto, es más fácil que hacerlo, coincidirá, si no, ahí está este refrán, que puede aplicársenos con regularidad a usted y a mí: “de buenas intenciones están sembrados los panteones.” ¿No?
O este otro, que nos “identifica” culturalmente y no nos deja muy bien parados, al describirnos a las y los mexicanos como las mujeres y hombres del “mañana”, por aquello de: mañana me levanto a tiempo, mañana dejo de mentir, mañana llego puntual, mañana dejo de beber, mañana me pongo a dieta, mañana te llamo, mañana.
Y agréguele que hoy, experimentamos una influencia que nos guste o no, las usemos o no tiene un papel destacado por todos lados y niveles: las redes sociales, que si bien ya registran bajas significativas en varias de ellas, debido; por ejemplo a que «… en Facebook me ataba a una vida irreal» (Cf. El País, noviembre 12, 2015).
Por lo que convertirnos en personas sensatas y con equilibrio, y así generar más y mejores acciones en beneficio propio y de quienes están cercanos, comienza –me parece- con que usted y yo nos entrenemos -bien acompañados, si se puede-, a usar mejor y repetidamente nuestras capacidades cerebro-mentales, para lo cual ayudará, sin duda, a poner en práctica la conveniente cultura que en interesante analogía, percibo, hace de nuestro cerebro el cofundador de google, el norteamericano Larry Page (42): “ es nuestro disco duro que contiene los ´programas´ que hemos incorporado por voluntad propia o influencia de terceros. Por fortuna podemos sustituirlos por aquellos que nos conduzcan a ser mejores personas.” (Cf. Contenido No. 610 pág. 1).
¿Se anima?