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GABRIEL ZAID MEXICANO SABIO©

Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com

Fue un gran maestro y amigo quien me lo presentó, a través de uno de sus magníficos libros: Cómo leer en bicicleta. Estupendo ensayo, publicado por primera vez en 1975 por Gabriel Zaid (Monterrey, 1934), mexicano sabio de quien hoy deseo compartirle lo siguiente:
Desde entonces no he dejado de leerlo en sus libros y columnas que recurrentemente escribe en periódicos y revistas, quedándome perplejo ante su fundada sabiduría y bien razonada inteligencia, plasmada en cada uno de sus escritos.
Sus temas son casi, percibo, los mismos, pero abordados de una manera fresca, actualizada y por supuesto, documentando sus dichos; aquí sólo algunos de los que tengo registro:
El sistema político y gobernantes mexicanos (exhibidos, casi, por su incapacidad. Cf. El progreso improductivo Ed. Océano 1999); el talento e inventiva humana de aquí y de todas partes (Cf. Contenido 629); el ser mexicano, con su marcado individualismo y endémica cultura a NO trabajar en equipo, aunque ayude a los demás (Cf. Contenido 614); soluciones prácticas y aterrizadas para los problemas de hoy (identificadas desde 1959, por lo menos, según Wikipedia); el “liderazgo” mexicano producto más de la publicidad, favoritismo y propaganda pagada, que otra cosa (Cf. El secreto de la fama. Ed. Lumen); el problema de MX no es las falta de dinero, sino las prácticas para administrarlo (Cf. Dinero para la cultura Ed. Debate 2013), entre otros.
Leyendo a Zaid, no obstante nos describa realidades “mexicanas”, muchas veces crueles y alarmantes, por los datos duros que aporta por experiencia y/o de fuentes de información que siempre comparte, puede uno de entrada, claro, entristecerse y desanimarse, pero Zaid tiene una cultura que su privilegiada inteligencia y gran sabiduría le conduce siempre a proponer soluciones específicas probadas o a una propuesta concreta, para llevarla a cabo.
Esto casi no ocurre, me parece, con otros autores que están dale y dale con lo malo de México, quedándose casi siempre con señalarnos a los culpables de los endémicos desmadres que nos aquejan. Como si fuera difícil encontrarlos, ¿no?: a veces, usted y yo. No se diga, quienes gobiernan dados a practicar el capitalismo de compadres y para cuates, corrupto o que buscan los títulos “nobiliarios” de hoy: lic., inge., máster o doctor para mangonear y hacer que sólo su chicharrón truene, (Cf. La economía presidencial Ed. Vuelta 1987 y De los libros al poder Ed. Grijalbo 1988).
Quizá por esto Gabriel Zaid, casi nunca queda bien ni con unos ni con otros, sobre todo con los acostumbrados a los privilegios. Igual le pasaba al talentosísimo profesor austro-norteamericano Peter F. Drucker (1909-2005), padre de la administración científica, (Cf. En Clases con Drucker de William A. Cohen, PhD Ed. Grupo Norma 2008).
Tampoco le gusta literalmente salir en fotos, ni en videos, ni en la tele, ni en la radio, menos en homenajes publicitados y pagados; él es un acérrimo crítico de la “fama” que dan, (Cf. Dinero para la cultura. Ed. Debate 2013).
En los buscadores de internet aparecen escasisimas fotos atribuidas a él, pero sin la seguridad de que sea él. Por ejemplo, con motivo de su último libro: Cronología del progreso Ed. Debate 2016, el sitio de un periódico de negocios publicó un reportaje con una foto donde aparecen varios conocidos escritores mexicanos y Gabriel Zaid……. ¿Qué cree?, cubriéndose el rostro (Cf. Portal El Financiero 10 05 2016).
Siempre que estoy ante él -a través de sus interesantísimas letras y para mí, clases magistrales- me viene a la mente aquella máxima que otro gran sabio, el norteamericano Steve Covey (1932-2012), plantea como el constante dilema a que se enfrentan quienes quieren ayudar a los demás: lucir o influir (Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Ed. Paidós 1997).
Casi siempre a los superficiales y vanidosos nos mueve lo primero, desafortunadamente. A este mexicano sabio lo segundo, por lo menos, desde sus primeras famosas publicaciones.
Gabriel Zaid. ¡Gracias!