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LAS 4 C´S EN LA META ©

Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com

Con frecuencia estoy en contacto con personas que me comparten su repetido enojo y hasta desesperación, que las y los lleva a experimentar cierta tristeza, que me explican -al preguntarles-, las más veces, por no alcanzar lo que se proponen o medio lo alcanzan, en el mejor de los casos; quedándose casi siempre, frustrados(as).
Lo primero que hago, después de agradecerles su confianza, es decirles que yo experimento lo mismo, más de lo que desearía. Después les sugiero revisar calmadamente, lo que vengo investigando nos conviene meter a nuestras mentes, para incorporarlo paulatina y definitivamente a nuestra arquitectura personal, que a continuación le comparto:
LAS 4 C´S EN LA META. Entendiendo a ésta, como: TODO aquello que de bueno nos proponemos. Aquí se las explico brevemente, en el orden que observo, convienen:
1ra. C- Darnos Cuenta. O lo que mí admirada amiga, la asesora y escritora Coco del Río repite hasta el cansancio: hacernos conscientemente conscientes. Sólo así, sabremos qué pensamos y hacemos sobre lo que nos pasa, sucede o provocamos con nuestras acciones u omisiones. Para esto, conviene abrir espacios silenciosos con nosotros mismos; de preferencia por la mañana y por la tarde noche. Pudiendo de inicio ser, cada vez, entre 5 o 10 minutos. Así, como decimos aquí: seguro nos caerá el veinte. O mejor aún, como un buen amigo cree y me comparte: centenarios de oro.
2a.C- Comprometernos con uno mismo. Esto es, aceptarnos con nuestros errores y virtudes y así descubrir o re-descubrir lo bueno y optimista que usted y yo tenemos, mucho o poco no importa. Lo mejor es que esta parte de nuestra arquitectura personal, siempre nos saca adelante y permite superar cualquier prueba –grande o pequeña, dolorosa o amarga-que experimentemos. Ya el inteligente escritor inglés, que adulto quedó ciego, John Milton (1608-1674), en su afamado poema épico El Paraíso Perdido, escribió algo que creo a usted y a mí, nos puede pasar muy seguido: “La mente es tu propio lugar, y puede por sí misma hacer un paraíso del infierno, y un infierno del paraíso.” (Cf. Pensamiento saludable. Francisco Ángel. Ed. Camino Rojo 2013)
3ra.C- Comenzar. Es decir, poner en acción aquello que hayamos observado en la 1ra y 2a “C” conviene incluir o eliminar de nosotros. Lo que sea, grande o pequeño. El tamaño no importa. Aquí, habremos de seguir la fórmula que grandes inventores han aplicado, las veces que sea necesario: «Un camino de mil millas comienza con un paso.» (Cf. Benjamín Franklin, científico e inventor norteamericano 1706-1790 Proverbia.net).
4ª.C- Continuidad, contentos. En México escuchamos y repetimos con frecuencia esta frase popular, que por cómo nos comportamos ante lo que nos sucede, a veces, pude aplicársenos -a usted no sé-, a mí, seguro: “de buenas intenciones, están sembrados los panteones.” Por lo que, no basta vivir las anteriores 3 “C´s”. Porque nos convertiríamos en algo parecido a una mesa de tan sólo tres patas; esto es, incompleta y precaria para soportar lo que le pongamos encima.
Por lo que siempre, convendrá darle continuidad a todo aquello que descubramos nos haga mejores personas, allí donde estemos hoy o mañana, como este poderoso aforismo nos recuerda: “la repetición es la madre de las habilidades”. (Cf. Despertando al gigante interior. Anthony Robbins. Ed. DEBOLSILLO 2006).
Esta última “C”, basándome en documentadas experiencias, conviene vivirla sin rigidez, ni auto-sabotajes o auto-engaños que sólo nos fuerzan a fabricarnos, por un lado tormentosas cárceles u oprimentes armaduras oxidadas, y por el otro, irreales castillos en el aire o elefantes blancos, que nomás nos llevan a exagerar y/o a que nos domine lo negativo, como suele sucedernos, influidos, quizá, por la cultura de la negatividad, extensísima, desafortunadamente. Recordando que Roma no se hizo en un día. Tampoco se acabó en un día.
Sumándole sugiero a cada “C”, el valioso ingrediente de la “C” de…. Contentos, sí, siempre contentos, aunque a veces fácil no nos resulte, conviene aceptar, haciendo los ajustes que detectemos convenga, por sí mismos o con la ayuda de mentores o entrenadores de vida y negocios, entre otros asesores.
Estas 4 C´s EN LA META que nos propongo para nuestra arquitectura personal, por supuesto no excluyen, menos rechazan aquello que nos brinde y facilite alcanzarlas; entre otros hábitos, a manera de ejemplo, estos:
Escuchar buena música; buenas lecturas; ingerir alimentos sanos; beber más agua natural (nuestro cerebro vive en agua); ejercitarnos física y mentalmente (eliminar la basura con la que tenemos repleta nuestra mente); energizarnos con la dígito-acupuntura (Cf. La solución TAPPING de Nick Ortner. Ed. Grijalbo 2014); cultivar sanas conversaciones y compañías, alejándonos de personas y ambientes negativos (TV, radio, cine, teléfonos” inteligentes”, computadoras y sitios de trabajo, escolares e internet, incluidos). Esto último, aunque no lo crea, a lo más apegado que estamos, hoy.
¿Cuándo comienza?