Por Nacho Navarro
nachocontracultura@outlook.com

Quizá escuchó en los medios, del último informe presidencial, el spot anunciando repetidas veces la cifra de 27mil millones de pesos destinados a apoyar el EMPRENDURISMO. Millonada, nada despreciable y por lo mismo, convendría nos dieran a conocer, oportunamente, a los ciudadanos comunes; por ejemplo, cuán productivos han resultado estos negocios apuntalados con dinero de los contribuyentes de México, ¿no? Pero no deseo escribirle de ello, sino de la conveniencia a revisarnos tranquilamente qué tanto talento tenemos o, en su caso nos conviene desarrollar, para iniciar un negocio y, muy importante, mantenerlo con vida a largo plazo, por lo siguiente:
Gracias al internet, hoy conocemos casos de éxito de talentosos emprendedores, que, a veces, casi de la nada, convirtieron sus ideas en acciones concretas y puntuales que han cambiado, para bien creo, nuestro mundo; son los casos de: Netflix, Amazon, Spoty, Virgin, Tesla, Twitter, Facebook, Uber y Airbnb. Ya todos en México y, por supuesto, poderosos modelos a imitar, siempre y cuando, percibo, proporción guardada, usemos adecuadamente nuestro talento.
Porque de lo contrario, coincidirá, estaremos literalmente tirando a la basura nuestra energía, junto con el dinero y acabaremos -lo peor- agotados, poniendo en riego nuestra invaluable salud mental y física. Le comparto:
De acuerdo con datos oficiales, el 80% de los negocios que se abren en el país, mueren a los dos años y un 10% desaparece a partir del tercero al octavo año. Señalando las agencias mexicanas, dentro de las principales causas de estos fracasos, tres: 1.- falta de ventas y utilidades, 2.- Nula planeación y mala operación y 3.- ausencia de habilidades directivas (Cf. Sitio El Informador 25/09/17 con datos del Ijaldem). Hace tiempo, nuestro exitoso empresario Carlos Slim (Cf. Discurso ante el Senado mexicano, expansión.mx/negocios/2009/02/10), insiste y promueve en los medios y a través de su fundación, encontrar adecuadas soluciones a esta grave mortandad empresarial mexicana. Los datos duros hasta ahora avalan su juicio.
Y sí, podemos conocer personas y quizá usted y yo incluidos, que influenciados por el glamur de volvernos empresarios; sean porque no nos guste el empleo o jefe (la que más impulsa a dejarlo); porque tenemos familiares cercanos empresarios o nuestros amigos y redes sociales hacen que la propaganda de relaciones públicas de millonarios -máxime si son jóvenes, con lujosos autos deportivos- nos influya poderosamente a imitarlos.
Aunque muy poco o peor -como lo demuestran las agencias oficiales- usted y yo no hayamos explorado, con tiempo y asesoría suficiente, si tenemos o no el talento, la inteligencia, la perseverancia y los recursos materiales suficientes para iniciar y sostener un negocio, de verdad.
Siendo para muchos desconocido que ninguno de los nueve exitosos emprendimientos antes citados, se hizo; por ejemplo, con fondos gubernamentales de los contribuyentes estadounidenses o británicos, o dedicándoles el tiempo libre o los fines de semana, sólo.
Estos nueve Inventaron o se hicieron de buenas ideas, talento, inteligencia empresarial, tecnología, bastantes horas, paciencia, de prueba y error, innovación permanente, y………sí, arriesgaron recursos financieros personales o del “confiado” público inversionista y de préstamos bancarios.
De aquí, que le invite -bien acompañados, mejor- a explorar qué tanta inteligencia empresarial poseemos o necesitamos desarrollar, para que nuestros “arranques” de abrir negocios no se convierta sólo en un EMPRENDURISMO POR MODA, que además de costarle una millonada al contribuyente mexicano, a nosotros y familiares, también nos distrae de la conveniencia a seguir valorando como exitoso el ser o seguir siendo inteligentes, dignos y bien valorados empleados de las organizaciones de nuestro país, como atinadamente documenta el experto en talento joven, Raúl Martín Porcel presidente de la Expo Campus Party 2017 de Guadalajara, Jal. (Cf. Sitio Contenido. Julio 2017).
¿Se atreve?