ARQUITECTOS DE LO PEQUEÑO ®
ARQUITECTOS DE LO PEQUEÑO ®
Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com
Nos sucede -en el mejor de los casos- pensar cosas grandes y buenas, atribuyéndoles en automático calidad de importantes, llenándonos espontáneamente de un recomendable entusiasmo, para conseguirlas.
Sin embargo, hemos de reconocer con sinceridad, frecuentemente, esto que deseamos no ocurre como lo calculamos, porque esperamos quizá suceda de un día para otro o sin esfuerzo. ¿Le suena?
Así, deseando grandes y duraderas relaciones; por ejemplo, con nuestra pareja, hijos, compañeros o vecinos, al momento de experimentar sus reacciones, influidas posiblemente por ese particular hincapié que en muchos lugares y medios, superficialmente se impone, hoy: hacer solo aquello que guste y dejar aquello que incomode, molestos o cansados, desistimos, con las desastrosas consecuencias, que ya conocemos. O los empresarios, profesionistas y directivos que desean crecer sus ventas y mejorar su operación, viendo que no es sencillo y no sale a la primera, ni a la segunda o tercera vez que lo intentan, se sienten decepcionados y vuelven, muchos de ellos, a lo mismo de antes, a eso que los expertos llaman el círculo de confort, donde nos estacionamos, por el miedo al cambio, identifican éstos.
Y sucede, entre otras cosas, porque si nos descuidamos, acabamos distraídos y atorados imaginándonos ganadores, exitosos, lográndolo, lo que en principio conviene, por supuesto; siempre y cuando no nos impida identificar y describir -por escrito, mejor- el esfuerzo necesario para cada una de las acciones, por pequeñas que sean, que nos acerquen a lo que queremos, siempre que las hagamos. ¡Claro!
De aquí que nos sugiera, aprender del genial mexicano Luis Barragán (1902-1988), de quien se ha comprobado, convertía sus grandes y magnificas ideas, en hermosas realidades, logrando, entre otras, obras monumentales como las emblemáticas torres de Satélite; único mexicano, por cierto, que ha ganado el premio Pritzker al mejor arquitecto del mundo en 1980, al que los expertos también apodan el Nobel de arquitectura y que Barragán ganó, percibo, por ser arquitecto de lo pequeño, logrando lo que quería.
¿Se anima?