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RUTINA PARA SALIR DE LA RUTINA ©

“El progreso consiste en navegar en contra de la corriente, que es la rutina.”
Clemente Ricci (1873-1946) Filosofo e historiador italiano.

RUTINA PARA SALIR DE LA RUTINA ©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

En reciente reunión con una exitosa y talentosa profesional de un corporativo turístico mexicano se planteo el siguiente dilema, ¿es conveniente tener rutinas en la vida; porqué acaban aburriéndonos? Llegando a estas reflexiones, que le comparto:
Estuvimos de acuerdo en que no hay más aburrido que una vida rutinaria y la imagen que mejor la describe, con todo respeto, es la del guía de turistas en cualquier parte del mundo. Sus gestos y palabras, casi siempre, son mecánicas ametralladoras, en una especie de carrera vs reloj, ausentes de creatividad y espontaneidad. Será por esto que hoy en casi todos los museos y sitios de interés del mundo, se ofrecen unos sencillos aparatos en varios idiomas con breves y fundadas narraciones, que podemos repetir las veces que queramos.
Por lo que siempre resulta interesante, allí donde estemos, tomar consciencia de cuáles son nuestras rutinas; esto es, lo que cotidianamente repetimos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Todos las tenemos, aquí siete identificadas:
1.- acostarnos y despertar por el mismo lugar de la cama,
2.- ponernos los calcetines o medias y zapatos por el mismo lado,
3.- cargar la billetera del mismo lado de la bolsa,
4.- sentarnos en el mismo lugar del desayunador o comedor,
5.- manejar por la misma ruta hacia el trabajo y hogar,
6.- saludar de mano, sin fijar los ojos en la otra persona,
7.- sentarnos en el mismo lugar y con las mismas personas en el salón de clase y/o sala de juntas. Hay más, y también justificaciones de rango, importancia (prepotencia disfrazada, ¿no?) y edad personal que las promuevan, por supuesto.
Lo aburrido de todas ellas está, en que las ejecutamos en piloto automático; esto es, sin ponerles atención y así, las acabamos haciendo como los guías de turistas que antes le comenté.
De aquí que nuestro reto esté, no en que las dejemos, sino en que pongamos atención; esto es, en hacerlas como si fuera la primera vez. Para ello, identificamos, ayuda repartirlas con creatividad y espontaneidad, que provoque desprendernos del monótono aburrimiento.
Si cree que es exagerado y no sucede en su vida, le invito a que pruebe esta semana con, por ejemplo, cambiarse de lugar donde viene acostándose y levantándose de la cama, o del sitio donde se sienta en el comedor, en el salón de clases y/o sala de juntas, o donde pone su billetera en el bolsillo, o alterando un poco la ruta de ida y vuelta hacia el trabajo. O mejor, deje de meterse basura en su mente, cada vez que piensa y habla de lo negativo que hay y habrá por donde quiera, siempre.
Si lo hace, se sentirá incomodo(a) y hasta raro(a) al principio, posiblemente, pero alejará sin duda el aburrimiento rutinario de su vida. ¡Se lo aseguro!
¿Lo intenta?