HACER LO DIFICIL©

Por Nacho Navarro
innavalle@hotmail.com

Estará de acuerdo que hacerlo difícil, no es lo mismo que HACER LO DIFICIL aunque en español suenen muy similar, salvo por la pausa en sus pronunciación es que diferenciamos a estas dos expresiones; además, por supuesto, de lo que nuestra experiencia cotidiana confirma con frecuencia que hacer lo primero, nos sale a usted y a mí, casi sin esfuerzo y a la primera, quizá; mientras que lograr lo segundo requiere, entre otras cosas percibo, poner en acción todas nuestras fortalezas, las que sean. Ejemplos de lo primero, no nos faltaran, ya sea como hacedores de dificultades a los demás o de quienes así se empeñan en hacernos la vida difícil. No deseo describirle las variadísimas y disfrazadas formas de hacerlo difícil a los demás, que en muchísimos casos, comienza por hacérnoslo difícil a nosotros, primero. Más bien, de lo conveniente, allí donde estemos, de practicar lo que titula esta CONTRACULTURA®.
Y difícil es una palabra que el diccionario de la lengua española al definirla la junta a estas otras de: logro, ejecución, entendimiento y mucho trabajo; lo que nos da una primera pista del porqué a veces a las primeras de cambio, abandonamos y/o desistimos de HACER LO DIFICIL. Más, si consideramos que vivimos en una cultura que nos atiborra la mente de mensajes subliminales o no, para inclinarnos automáticamente a lo opuesto: LO FACIL, con algunas de estas consecuencias que hoy experimentamos en México, por lo menos: Primer lugar mundial en obesidad infantil y consumo de refrescos per cápita o como ya le comenté de lo reprobado que salimos en matemáticas, según la OCDE, por sólo mencionarle tres de nuestras mexicanas inclinaciones a lo fácil.
De aquí que me parezcan muy oportunas las diez recomendaciones que ante 10mil jóvenes mexicanos acaba de hacer la inteligentísima norteamericana Condoleezza Rice (56) para ser líder, según ella. Por espacio, me referiré a dos:
A) «Intentar hacer las cosas difíciles. La vida siempre te enfrentará a este tipo de situaciones…Al hacerlo, tendrás un gran aprendizaje y te convertirás en una mejor persona…» Y ayudaremos a hacerles la vida más agradable a los demás y a nosotros, añado.
B) «Nadie quiere seguir a una persona pesimista, sólo a aquella que sepa ver las cosas buenas.» Aunque vivimos en una cultura -desde hace años- que lo negativo, sea lo primero que señale o nos acostumbre señalar, ¿no?
Por lo que no tiene desperdicio lo que esta académica de Stanford propone y podemos intentar vivir, también, usted y todos lo que queremos un México mejor.
¿Nos atrevemos?